Enfermedad periodontal
Es la causa más común de pérdida de dientes en la población española y consiste en una infección bacteriana que afecta a los tejidos que rodean y dan soporte a los dientes, es decir, encías, ligamento periodontal y hueso maxilar.
Suele empezar por una gingivitis (inflamación de las encías) que al no tratarse correctamente provoca el avance de la infección hasta tejidos más profundos (periodontitis), causando finalmente la pérdida de piezas dentales.
Aunque la gingivitis es también frecuente entre los jóvenes, la enfermedad periodontal tiene su inicio alrededor de los 30 o 40 años de edad y su gravedad aumenta con el paso del tiempo, lentamente, sin que nos demos cuenta. Por eso es muy importante el diagnóstico precoz y su posterior tratamiento, ya que, aunque no podamos recuperar el hueso perdido, sí podemos frenar su progresión, para así evitar la pérdida de los dientes.
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO
La causa más frecuente es la acumulación de bacterias en la base de los dientes, formando una película llamada placa bacteriana, que con el tiempo se endurece y forma el sarro. Ésto genera inflamación, provocando una separación entre la encía y el diente, a lo que denominamos "bolsa periodontal". En estas bolsas se acumulan más bacterias que no podemos limpiar correctamente y que son las causantes de la pérdida de hueso alrededor del diente.
Además existen otros factores de riesgo que hacen que tengamos más posibilidades de desarrollar enfermedad periodontal, como ser fumador, diabetes no controlada, mala higiene bucal, estrés, factores genéticos, dientes mal posicionados, sequedad bucal o cambios hormonales.
SÍNTOMAS
Mal aliento o mal sabor de boca, encías que presentan un color rojo intenso, encías inflamadas que sangran con facilidad, encías sensibles a la presión o simplemente al tacto, dolor de los dientes al masticar o movilidad dental.
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento es reducir la inflamación, eliminar las bolsas en las encías y tratar las causas que provocan la enfermedad periodontal. Esto se consigue mediante la higiene con ultrasonidos y raspaje de la superficie radicular de los dientes.
En ocasiones debemos repetir el tratamiento hasta conseguir una perfecta adaptación y así evitar gingivitis y posteriores bolsas periodontales.
Lo más importante en el tratamiento de la enfermedad periodontal es la prevención, por eso se deben hacer revisiones periódicas y seguir los consejos del dentista. Además es una enfermedad de avance lento, incluso indolora, pero puede llegar a causar la pérdida total de los dientes.